Vuelvo a ver a parejas que siguen juntas muchos años después, a otras que se llevó el viento. Al que dejó de fumar cuando llegó la prohibición, a la que lo sigue haciendo aunque ahora ahora lo haga casi escondida. Veo en estas fotos la irrupción del teléfono como extensión del cuerpo, como interferencia en la conversación. Veo la vida, la amistad, el amor, el vacío, buenas charlas, el silencio.
La música de aquel momento.
Veo, recuerdo. Me emociono, edito, lo dejo.
¿Qué será de ellos?, me pregunto. Hay a quien ví ayer.
Y lo que me reí. Pongo un gin tonic, un menta poleo. Tomo la cámara. Gente conocida o gente distante. Hago la foto casi siempre al acecho, si me gusta la enseño. Si gusta la guardo.
Ahora la muestro.
En la memoria ya estaba.
Una larga crisis, menos amigos entrando por la puerta, pero los conozco mejor, hay más tiempo para hacerlo.
Largos años atravesando un desierto.
Un barco en el que viajar aún entre las tormentas de arena.
Una tabla a la que agarrarse después del naufragio.
Una barra.
Su gente.
Isra Cubillo. A Coruña. Octubre 2020